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El precio de no olvidar




No siempre el pasado o el presente que tenemos es el futuro que mantenemos. Si no puedo evitarlo entonces quiero olvidarlo para no recordar lo que un día tuve y sin querer perdí. Deseo tanto desprenderme del pasado y mientras más lo anhelo, menos posibilidades tengo de hacerlo.
Hace meses no hubiera deseado lo mismo, gran prueba de que el tiempo influenció en mí también. Extraño mi pasado, me extraña este presente… no quiero pensar en mi futuro.
Aprender y mejorar tiene su precio, un precio que hay que pagar con caídas y lágrimas, un precio que  a la larga te ayudará, pero es un precio que prefiero olvidar.
Quiero pensar que algún día me reiré de esto, como río al pensar en mis problemas del pasado, pero sé que no será así, perder algo tan importante no causa más que arrepentimiento en mí.