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Es real

Cuatro paredes, asientos vacíos y un proyector en blanco. Persianas cerradas, luces prendidas, un letrero de salida. Sentada en el rincón de ese salón me invade el recuerdo de aquella tarde frente al mar, cuando contemplaba ese océano que queda pequeño junto al amor que he de sentir.
En un futuro no muy lejano sé que desearé cruzar mares y fronteras solo por un beso, pero recurriré a mis sueños y estarás en ellos, esperando mi mayor demostración de amor, anhelando sentirme entre tus brazos. Finalmente cuando llegue el  momento de volvernos a encontrar, cada sueño y cada deseo se hará realidad.

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