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Ganaste mi amor...!

Inicia un juego nuevo, apuestas y te arriesgas porque sabes que la finalidad es pasarla bien, divertirte y sí, es muy es probable que dentro de ti exista una ambición por obtener algo a cambio, sino el juego no tendría sentido.
Apostar y recibir arriesgándote a perder, difícil decisión.
Tomas las riendas del juego, te sientas y sonríes con mente positiva y con la suerte en tus manos, esperas tus cartas y piensas que hacer, pero en ti no existe la posibilidad de retirarte, así el juego lo pida, tu siempre te arriesgas.
Pides una más... Ganas!
YO... no presto mucha atención al juego, observo tu sonrisa al perder o ganar, escucho cada frase positiva que sale de tus labios, veo la concentración que pones al juego y deseo en ese por un instante ser esas cartas para contemplar tus ojos desde aquel ángulo, celebro cada victoria a tu lado y encontramos el lado positivo a todo.
Comemos y bebemos disfrutando aquel momento, compartiendo mil emociones e intercambiando miradas que los desconocidos ignoran. 
Amándote en silencio, tú amándome también.

Es real

Cuatro paredes, asientos vacíos y un proyector en blanco. Persianas cerradas, luces prendidas, un letrero de salida. Sentada en el rincón de ese salón me invade el recuerdo de aquella tarde frente al mar, cuando contemplaba ese océano que queda pequeño junto al amor que he de sentir.
En un futuro no muy lejano sé que desearé cruzar mares y fronteras solo por un beso, pero recurriré a mis sueños y estarás en ellos, esperando mi mayor demostración de amor, anhelando sentirme entre tus brazos. Finalmente cuando llegue el  momento de volvernos a encontrar, cada sueño y cada deseo se hará realidad.