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Un último intercambio


Por fin, después de un largo viaje…
Eme aquí, sintiendo como la primera gota de sudor desliza por mi frente y se detiene junto a mi ceja, antes de caer. Mi cuerpo tiembla, lo siento y lo veo al alzar mis manos para coger las enormes cadenas que caen al abrir aquella puerta, veinte veces más grande que mi persona, aún no entiendo porque querrían unas puertas de tal tamaño si al fin y al cabo no las usa un gigante.
He de notar el inmenso vacío que tramite este castillo en su interior, sin embargo, me gusta el diseño elegante y la ubicación de los muebles, formidables cuadros que estremecen mi cuerpo al verlos, por último, largos pasadizos y enormes ventanas por doquier.
Me están esperando, debe haber un mechero cerca para aquella lámpara…
Auch! Me quemé…
No debo demorar, sé que me esperan y por el eco de mi grito deben haberme escuchado.
En medio de la cúpula, un murciélago dando vueltas, los bellos de mi brazo en posición vertical, inician las campanadas de media noche y por la fuerza de los golpes puedo suponer quien la está tocando, Frank!
Subo las escaleras estrechas y no veo donde acabar, la luz se hace pequeña, tres pisos más y estaré por llegar.
Una puerta entre abierta que rechina al entrar y todos están ahí, excepto uno…
Una mesa de doce, para cinco individuos, el último en llegar, a mi lado izquierdo, se sienta en la cabecera,  ¿Por qué no me sorprende? Se cree superior a los demás, pero no puedo negar que tiene la pieza que es de mayor importancia para mí.
 Ninguno se ve amistoso, ¿Qué puedo pedir? Es lo que me trajo hasta aquí.
Un pequeño arrepentimiento hace que mueva mi silla hacia atrás, me delata un gran ruido, todos voltean a mirarme y aquel de mi costado izquierdo  me sonríe y sin dificultad, mirándome a los ojos pregunta:
-¿Te arrepentiste?, 
Una gran garra sobre mi pierna derecha, que me hace voltear la cara y mirar a quien la mantiene ahí…y dice:
-Como ninguno aquí presente, tengo un poco de lo que sientes, ya es tarde, estás aquí y todos deseamos algo también. Drácula! Inicia la sesión.
Me sorprendió que aquellos hayan dejado de lado su rivalidad para asistir a esta reunión, debe ser de gran importancia lo que buscan.
Frente a mí, dos sujetos deseando lo que sólo con voluntad de otro pueden obtener. Uno con gran fuerza e inteligencia, otro que poco deja ver.
Frank! Con aquel que pude tener una última conversación, quien ayudó a convocar esta reunión inicia diciendo:
-No existen arrepentimientos, después de este encuentro, vivirás aquí si no deseas lastimar, nosotros sabremos que hacer con lo que nos darás. ¿Con quién quieres empezar?
Después de aquella pregunta supe que no podía resignarme a no concluir con lo que vine a este lugar, detrás de un último suspiro decidí con quien iniciar.

-Lobo, Te ofrezco la magia de mis ojos para romper aquel maleficio que causa tu transformación, tan solo pido que no busques mirada alguna, porque estos que llevo en mí, se pierden sólo en una y no podrán detenerse hasta encontrar el significado de ese par que no podré olvidar.
Sé que después de esto podrás disfrutar tranquilamente la luna en compañía de las estrellas, goza por mí cada una de ellas. No pediré más a cambio.

-Momia, te ofrezco cada rincón de mi piel, pero necesitaré de tus vendas para cubrir el vacío que dejarás al tomarlo todo, disfruta cada sensación que te darán al ser tocado, al ser besado o simplemente rosado por quien amas, un abrazo te bastará para sentir aquella felicidad que sentí  en inolvidables momentos de mi vida.

- Frank, Sé que en mucho tiempo has estado en busca de una compañera, pues aquí la tienes!, desde hoy viviré en este castillo, de mil temas podremos conversar, más no me pidas amor, porque  es lo único que me alejó de aquel lugar y no te podré dar, desde hoy, evitaré lastimarte con la frialdad que causará el ofrecerle mi corazón a Drácula.


...................
-Alguna queja? (digo)
-Drácula: Tengo una!, no puedes brindarme algo que no te pertenece, no viviré preso dentro de todo ese sentimiento! Citaste a todos para deshacerte de lo principal y creíste que yo aceptaría?
Me voy!
Tengo mucho que perder! Consigue tu frialdad con todo lo demás, hazlo por tus propios medios, pero créeme que no será la mejor manera en la que dejes de amar, mi experiencia ha hablado.Adiós.

*Finalmente… todos tomaron lo acordado.

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